Bien es cierto que todas las empresas, en distintos niveles, tienen problemas (unas veces identificados, y otras no). Pues bien, son muchas las empresas que también temen que, a pesar de trabajar correctamente sin nada que esconder, nuestros "seguidores" puedan identificar esos problemas y sacarlos a la luz en la comunidad. Pero, ¿no lo hacían ya? Se ve que mi jefe no había leído un foro en su vida.
Es entonces cuando hay que aprovechar, sin duda, la oportunidad que nos da el cliente. Su perfil es el de un consumidor insatisfecho por un momento puntual, o un servicio que no hemos reconocido como problema y debemos preocuparnos por solucionar su caso particular y, si procede, el problema de la empresa no identificado previamente. El fin de este cliente no es el de humillar y descalificar el prestigio de la empresa, sino de mostrar su insatisfacción, y comunicarla a los responsables. Si le solucionamos el problema, sin duda, conseguiremos un cliente satisfecho, que incluso puede servir de "evangelizador" y "gladiador" de nuestra propia marca frente a la comunidad que sí tenemos controlada. La reputación, por tanto, será positiva.
Ahora bien, ¿qué ocurre con aquellos comentarios negativos que provienen de usuarios que podemos catalogar como trolls? Según comenta Silvina Moschini, CEO y fundadora de Intuic, en este artículo "no podemos considerar de esa manera (troll) a cualquier persona que nos deje un comentario crítico, por violento que sea. En la mayoría de los casos, es posible que se trate de un usuario disconforme que acalle rápidamente sus reclamos en cuanto le brindemos una solución".
Lo primero que hay que hacer es calmarse. No conviene, en absoluto, responder "en caliente" y mucho menos ser prepotentes en nuestra respuesta, por mucha razón que tengamos. No nos olvidemos, incluso en el mundo 2.0., que aún se mantiene viva la premisa "El cliente siempre tiene la razón".
Pensemos en la argumentación que vamos a dar previamente. Y seguramente, si tenemos razón, nuestros propios clientes nos respaldarán, porque la comunidad es una conversación viva. Y lo que tampoco podemos dejar es que se "propague el fuego": dejar las críticas y darles la espalda es una postura totalmente negativa. Por tanto, responder siempre que se deba (lo establecerá el plan de crisis elaborado ad hoc) y de la manera más educada, sin perder las formas. SIEMPRE. Y si "las agresiones continúan (lo que constituiría efectivamente un caso de trolling) podemos escudarnos en las políticas de uso de nuestro sitio para eliminar los comentarios ofensivos". Pero mucho cuidado con éste último punto, pues la identificación en estos casos es primordial.
Y no nos olvidemos, tal y como apunta Silvina Moschini que "como en todas las plataformas de interacción social, existen reglas y buenas formas de uso, y hay también personas que no siempre respetan esos códigos. Estar preparados para enfrentar estas contingencias sin perder la compostura es uno de los requerimientos imprescindibles si queremos tener éxito con nuestra presencia en la red social".
¡Cuéntanos tus experiencias en este ámbito!
Para finalizar os dejo un vídeo de humor genial... ¡Disfrutadlo!
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