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30 dic 2011

La fidelización como proceso para aumentar los beneficios

Bien es cierto que al llegar las Navidades, he podido percibir que las empresas tienen una actitud doble hacia el cliente: la de cuidarlo hasta el extremo (por ese espíritu navideño que a todos nos invade por estas fechas) y la de buscar nuevos customers a toda costa para ampliar el mercado y, por tanto, las ventas.

Pero cabe afirmar de manera tajante que es tan importante buscar nuevos clientes como “retenerlos”, y que en marketing lo conocemos con el término "fidelizar".

La fidelización es el fenómeno por el que un público determinado permanece fiel a la compra de un producto concreto de una marca concreta, de una forma continua o periódica. Esta lealtad se basa en convertir cada venta en el comienzo de la siguiente, consiguiendo una relación estable y duradera con los usuarios finales de los productos que vende. En este sentido, Santiago Rodríguez, en su libro Creatividad en Marketing Directo, establece  que "un proceso de fidelización es como una navaja suiza, que al abrirla muestra tres "C": captar, convencer y conservar". Debo discrepar del profesor Rodríguez en cuanto que la captación y el convencimiento ya están hechos en un cliente que nos ha comprado con experiencia positiva. Lo más importante, y la única C que define a la fidelización, desde mi punto de vista, es la conservación.

Por tanto, ¿es igual fidelizar que retener al cliente? Evidentemente no. Reterner es tratar de captar al cliente ante un acto de insatisfacción del mismo (no está captado ni convencido). La fidelización va más allá: al cliente satisfecho se le debe conservar, se le debe cuidar para que efectúe nuevas adquisiciones de productos o servicios.

Por otro lado ¿es mejor atraer nuevos clientes o fidelizar a los que ya tenemos? Atraer a nuevos clientes, como bien sabemos, supone un gran esfuerzo. Además, la dimensión futura de un negocio viene determinada no sólo por el número de clientes nuevos, sino también por la vida media de los clientes actuales. Y es en este último punto en lo que fallan muchas empresas.

De esta forma debemos tener claro que crecer no es sólo una cuestión de obtener muchos nuevos clientes, también implica fidelizar a los existentes. Ahora bien, ¿cómo fidelizamos al cliente?

En primer lugar debemos comunicarnos con él con más frecuencia. Pero esto no significa constantemente. Aún recuerdo empresas cuya política de fidelización es la de "bombardear" literalmente al suscriptor a través del email marketing. Y esa no es la solución.

Se han escrito multitud de artículos relativos a las recomendaciones para fidelizar al cliente. Aquí os adjunto algunas:
  1. Personalicemos nuestra comunicación con el cliente. Todo el mundo quiere sentirse especial, pues todos tenemos la necesidad del reconocimiento. En este sentido, personalizar, por ejemplo, los correos electrónicos dirigidos a los clientes muestran deferencia y atención, incluso cuando no estemos tratando de vender algo.
  2. Seamos transparentes. En este nuevo marco comunicativo, en el que el cliente toma la palabra y dialoga directamente con la marca y con otros consumidores, debemos informar al cliente sobre nuestro proyecto o producto sin dobleces, y tratando de resolver todos los problemas a tiempo.
  3. Personalicemos ofertas. Una técnica muy eficaz es la de personalizar ofertas a través de las redes sociales. La personalizacion de ofertas permite llegar directaemnte a la emoción del cliente, a sus sentidos. Ellos perciben que son únicos y estrechas sus lazos de unión con nuestra marca. En otras palabras: "se fidelizan".
En definitiva, la fidelización se trabaja superando las expectativas del cliente. Y además la fidelización nos permite conseguir nuevos clientes tal y como hablabamos al principio de este post: la fidelización confía en la publicidad y la comunicación "boca a boca" para transmitir las ventajas y beneficios que disfrutan los clientes fidelizados y así atraer a nuevos clientes.

Os adjunto un divertido vídeo del divorcio entre la marca y su cliente. ¿Os parece que esa ha sido la actitud de las empresas con su customer?

14 oct 2011

El Marketing de contenidos: el arte de dar al cliente lo que necesita

Un estudio realizado en agosto del presente año por la compañía de tecnología aplicada al marketing HiveFire establece que más del 80% de las empresas B2B hacen uso principalmente del marketing de contenidos en su estrategia de comercialización.

En esta encuesta, titulada "B2B Marketing Trends 2011 Survey", se puede vislumbrar que el marketing de contenido es la estrategia más utilizada por las empresas B2B tal y como hemos señalado anteriormente, en comparación del marketing en buscadores (70%), celebración de eventos para promocionar productos o servicios (68%) y las tradicionales campañas de relaciones públicas (64%).

La encuesta también halló que los dos principales objetivos de la aplicación del marketing de contenidos a la estrategia comercial son la participación (82%) e impulsar las ventas (55%).

Leyendo esta encuesta se me viene a la memoria el libro "Get Content Get Customers", escrito por Joe Pulizzi y Newt Barret, y que define el Content Marketing o Marketing de contenidos como "el arte de entender exactamente qué necesitan saber tus clientes y entregárselo de forma pertinente y convincente". Por tanto, la finalidad no es tanto empujar al cliente, sino atraerlo, y la forma de hacerlo es a través de la publicación de contenidos, de buenos contenidos. No hace falta gritar para llamar la atención, sino decir cosas interesantes que atraigan a nuestro público objetivo. No hay más.

Sin embargo, la solución no deviene de dar con este concepto, sino de desarrollarlo. Debemos conocer con qué herramientas contamos para saber cuál se adapta mejor a mi estrategia de marketing, es decir, debemos determinar cómo presentamos esos contenidos (y qué contendrán, valga la redundancia) para “enganchar” a nuestro target. Para ello disponemos de artículos en revistas digitales, infografías, podemos realizar nuestro propio blog o escribir en terceros, participar de juegos online, colgar vídeos en Youtube o Vimeo, e incluso disponer de perfiles en las redes sociales. Todas estas, no nos olvidemos, son herramientas que nos permitirán alcanzar nuestro objetivo. Por ello, y por tratarse de meras herramientas, hoy existen y mañana pueden ser sustituidas por otras. Por tanto, me parece un tremendo error volcar nuestra estrategia en una herramienta, tal y como lo he comentado en otros post. Debemos ser constantes y derivar nuestro tráfico, principalmente, a nuestra página web, que es la que siempre tendremos presente.

De esta forma, el marketing de contenidos nos sirve para convertir a nuestros usuarios en clientes, conseguir prescriptoes de mi marca y, como no, fidelizar a través de la confianza generada en el cliente, posicionando así mi marca en el mercado.

En relación al contenido Neil Revilla, consultor y profesor de Social Media Marketing, habla del valor de dicha información, y lo establece así en este artículo: "es indudable que para que nuestro contenido destaque dentro de la avalancha de información que existe en internet, debe ser de valor. Pero ¿qué significa que nuestro contenido sea de valor? Que sea producto de una mínima investigación, que se origine de una experiencia previa, que sea oportuna y que exista coherencia entre los intereses de la comunidad que lo va a recibir y dichos contenidos".

Las redes sociales, sin duda, están despuntando como las principales y más efectivas herramientas de difusión de contenido, pues proporcionan una plataforma ideal para compartir información con los fans/seguidores, además de una importante forma de participar y, sobre todo, conversar con la marca de una forma inmediata. Y para vosotros, ¿cuál creéis que es la herramienta más efectiva del content marketing?